martes, marzo 09, 2010

Tren.



A duras penas llegó hasta Linares Baeza. Había nevado en Jaén. Verde de olivo y blanco de nieve como la bandera de Andalucía. En Manzanares subieron tres personas, ya mayores. El hombre mayor, al ver la nueva distribución del vagón: la mitad de los asientos hacia delante, la mitad hacia atrás ( no entiendo porqué hacen esto, la gente dice que se marea, debe ser alguna directiva europea), comentó "ea, esto se parece a un avión", mientras golpeaba la ventanilla para despedirse de la chica joven que quedaba en el andén (hija, nieta, sobrina o pariente). El "avión" no despegó, pero Despeñaperros parecía el cielo. Desde Linares nos pusieron un Bus que olía a vinagre y donde dos señoras estuvieron a punto de llegar a las manos; la crisis nos tiene con los nervios a flor de piel.

10 comentarios:

Mar dijo...

Te aconsejo antes de viajar mirar la prevision meteorologica.
Crisis, ¿que crisis?
Saludos.

Sinretorno dijo...

Si además miro la previsión, no salgo de casa. Gracias.

maria jesus dijo...

La crisis y la mala educación

javier dijo...

Hermoso microrrelato.
La última vez que viajé en avión las filas de asientos iban tan prietas que estábamos como sardinas en lata. Lo dijo muy bien una sardina andaluza que viajaba a mi lado: "aquí una no se pue ni estremecé".

Sinretorno dijo...

No sé si he expresado bien lo del vagón....si el tren va hacia adelante medio vagón mira hacia adelante, el otro medio mira a los que miran hacia adelante. El AVE y el tren con encanto, de Regional express ha pasado a Media distancia, es así. Lo de la mala educación fue terrible, se dijeron de todo, no quise oir.

javier dijo...

Estaba muy bien expresado en el microrrelato pero, tal como lo ha explicado ahora es más gracioso.
¡Gracias por la explicación!

Anónimo dijo...

Realmente tiene mucha gracia.Viene bien reir de vez en cuando.

javier dijo...

Perdón por el abuso de un tercer comentario a la misma entrada pero es que usted me inspira y resulta que la última vez que fui en tren, en el sobrecito ponía: RENFE, nuevos trenes para los nuevos tiempos. Me dio la risa porque el tren era ya, casi, fósil y pensé: viejos trenes, como en los viejos tiempos.
Luego me bajé en Villena -con una hora de restraso- y me olvidé el paraguas -nuevo, ese sí- que había elogiado mucho mi compañero de viaje. Supongo que ahora ese amable compañero anda por ahí con mi paraguas porque en objetos perdidos no estaba.

Angelo dijo...

Es que despeñaperros asusta a cualquiera haga el tiempo que haga. Pero ciertamente que necesitamos nuestro sol, que relaje un poco nuestras tensiones. Yo llevo 19 días sin verlo. Aún no me subo por las paredes. ¡gracias a los blogs! Un saludo afectuoso

Calvo dijo...

Pues seria interesante la"conversación"de las que casi se pegan.la próxima vez pongala en el blog.será un disfrute.saludos