Gente buena.

He estado atendiendo un retiro espiritual de tres días. Os aconsejo de vez en cuando parar el reloj y tomar la brújula. Las preguntas importantes, de dónde vengo, a dónde voy, por qué estoy aquí, para qué, que sentido tiene la vida....despegarse del lío diario y pensar con un poco de silencio. Varios de los asistentes era gente con años, las facultades físicas un poco mermadas, pero gente que se ha dejado la piel por sus familias , en su trabajo, dando un sentido cristiano a su vida. Hablé con uno, 68 años que me comentó lo siguiente: "estoy contento, tengo cinco hijos y 6 nietos, he trabajado mucho para poder dar carrera a mis hijos. He sido funcionario por las mañanas, por las tardes vendía libros y por las noches he hecho de camarero". Me pedía consejo sobre no sé qué, pero no pude decirle nada, sólo darle un abrazo porque él era el que me enseñaba a mí con su ejemplo. Hay muchísima gente muy buena y los milagros existen. Eso es amor y no las pavadas que a veces nos venden con esa palabra.