viernes, agosto 31, 2012

Doctrina cristiana en 40 temas.

Teólogos, profesores universitarios, pastoralistas; un resumen de la doctrina cristiana atractivo y cuidado, para saber, en qué creemos, cómo vivimos, cómo celebramos y cómo rezamos.
 
«Resúmenes de fe cristiana» en 40 temas,

siguiendo las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica: interesante para preparar el Año de la fe.

- versión web: http://www.opusdei.es/ssec.php?a=4270
- versión ePub: http://bit.ly/fe-ePub
 


Y el mayor agradecimiento a mis hermanas gemelas!!!!!!!!!!!!!!!!





 

lunes, agosto 27, 2012

Moral global y seria.

SINVERGUENZAS Y CHORIZOS EN LA ECONOMIA. De Leopoldo Abadía: "Fueron los bancos americanos los que prendieron la mecha de la crisis que azota desde hace cuatro años el mundo y que esta es una "crisis de decencia"... Para superarla hace falta "inhabilitar sinvergüenzas", formación y una "revolución civil muy gorda cambiando cada uno de nosotros por dentro".

"Las entidades financieras americanas, las agencias de calificación, los bancos y cajas que no sabían qué productos vendían, y, por último, nosotros, los ingenuos cegaos con la idea de vivir una vida que no podemos permitirnos son, por ese orden, quienes nos habrían metido en el lío económico en el que nos encontramos en la actualidad". Acusa a los bancos americanos de haber sido unos "sinvergüenzas al vender porquería a todos los bancos del mundo". "Un mundo mejor sería posible con los sinvergüenzas inhabilitados y con gente más formada. Para mejorar el panorama, asegura que es necesario "que seamos decentes en cada cosa que hagamos y digamos". "Es hora de globalizar la ética", concluye.


Yo añado, hay más de dos docenas de intocables que tienen que estar en la cárcel. Sin eso, no hay rescate que valga. ni credibilidad ninguna.

domingo, agosto 26, 2012

Sainete judicial.

Rafael Navarro-Valls
El mes de agosto suele ser el de las "serpientes de verano". La escasez de noticias convierte en "première mondiale" sucesos curiosos o de poca entidad. Figúrense ustedes que la noticia estrella en este mes de agosto español --aparte de los lamentables incendios provocados- es la de una octogenaria que, llena de buena intención, pero nula técnica, ha intentado "reparar" por libre un cuadro de una Iglesia rural, transformándolo en un adefesio. La noticia lleva camino de convertirse en sainete mundial en el ciberespacio.
Algo de sainete --aunque con un trasfondo de drama judicial- tiene la noticia de que un magistrado del Tribunal Constitucional español acaba de ser encargado de elaborar la ponencia que conocerá del recurso de inconstitucionalidad presentado contra la ley de "Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo", conocida por ley de aborto de plazos. El tema no tendría mayor importancia --un simple proceso de mecánica judicial- si no fuera porque el ponente es un prestigioso jurista español, conocido, entre otras muchas cosas, por algunos trabajos técnico/jurídicos reticentes con la figura jurídico/médica del aborto provocado.
"Santidad, deshaga las maletas"
Tal vez por la escasez de noticias, alguna prensa española --jaleada por el partido que elaboró la ley objeto de examen de constitucionalidad- ha puesto el grito en el cielo (nunca mejor dicho) exigiendo que el magistrado en cuestión renuncie al encargo recibido de sus compañeros de Tribunal. El motivo, aparte de sus escritos científicos sobre el tema del aborto, es su condición de miembro del Opus Dei, institución de la Iglesia Católica que, como cualquier otra organización de esa Iglesia, defiende el derecho fundamental a la vida, también la del no nacido.
El alboroto de algún sector de la prensa me recuerda algunos sucesos históricos de la carrera a la presidencia de Estados Unidos, a la que estos días asistimos. No me refiero a Obama y Romney, sino a dos católicos que aspiraron --uno con éxito- a la Casa Blanca: Al Smith y John F. Kennendy. Permítanme que me refiera a ellos, por la relación con el tema del magistrado español.
Como es sabido, el primero --durante cuatro mandatos Gobernador de Nueva York y católico- fue elegido candidato demócrata a la Presidencia en las elecciones de 1928. Un sector de sus adversarios comenzó una campaña --a la que se unió el Ku Klux Klan- poniendo en duda que un presidente católico pudiera armonizar su fe con los principios de libertad religiosa y separación Iglesia/Estado establecida en la Constitución. Prácticamente acusaron al candidato demócrata de preparar el terreno para que el papa se apoderara de América. Al Smith perdió las elecciones. La leyenda política narra jocosamente que el vencido envió al pontífice este escueto telegrama : "Santidad, deshaga las maletas".
Cuando empezó la campaña de Kennedy en 1960, el joven candidato no temía demasiado que su condición de católico se convirtiera en un problema intelectualmente relevante . Lo que temía --y en parte se confirmó- es que las manipulaciones de sus adversarios lo transformaran en lo que Schlesinger llamó "una ominosa corriente de rencor subterráneo", que lo asemejara a una especie de hooligan católico. Lo que podría llamarse la ofensiva del "macarthysmo religioso". Ganó las elecciones, a pesar de los recelos, y con su triunfo rompió una barrera que constituyó un enorme salto hacia adelante en materia de tolerancia religiosa.
La laicidad beata
Hoy, en la Cámara de Representantes de Estados Unidos hay más de 150 congresistas católicos; en el Senado, uno de cada cuatro. Y en el Tribunal Supremo (el equivalente al Constitucional español) de 9 magistrados, 6 son católicos. Ciertamente, en las sesiones (hearings) y los interrogatorios previos se pregunta de todo. Pero una vez confirmado por el Senado, jamás se le ha discutido a uno de los magistrados la atribución de una ponencia basándose en sus idea religiosas. Lo cual nos lleva de nuevo al caso del magistrado español.
Andrés Ollero --que así se llama el jurista de marras- fue elegido magistrado del TC español por los votos de una coalición circunstancial de los dos grandes Partidos españoles. Una confortable mayoría de doscientos sesenta miembros del Congreso de los Diputados. Anteriormente, se sometió --como los otros nominados- a un interrogatorio en la correspondiente Comisión del Congreso. Se le preguntó de todo y salió "indemne" del debate.
Resucitar ahora el tema, es un inútil ejercicio de guerra fría religiosa, una especie de "laicidad beata" llena de nerviosismo ante posiciones en la vida pública, cuya gran herejía ideológica consiste en alinearse en categorías jurídicas insertas en el código genético de Occidente. Una suerte de policía mental, cuyos agentes se dedican a una nueva caza de brujas, en la que la primera baja suele ser la libertad. En definitiva, una discutible intromisión en los trabajos internos de una institución que si tiene necesidad de algo es de sosiego para emitir imparcialmente sus sentencias.
La función de los jueces
Desde luego, éstas últimas no son traídas de París por pacíficas cigueñas. Son "paridas" por personas de carne y hueso: con pasiones, convicciones y prejuicios. Entre otras cosas, porque los jueces son humanos, sus sentencias beben de estados de opinión que subyacen en las corrientes políticas y económicas de cada época. Es injusto e inútil intentar recluir en el Pantheon jurídico todas las convicciones conexas con el mundo de los valores, marcando con la sospecha a las personas (incluidas los jueces) que mantienen posiciones profundamente arraigadas. Con esta postura condenamos al exilio a todo un sector amplísimo de la clase judicial.
A un jurista no hay que pedirle que carezca de convicciones. Lo que se le pide es que, al desempeñar su cargo en un Tribunal, no anteponga sus ideas personales al respeto de las leyes, ni busque sus intereses por encima de los del bien común. Sería suicida poner en duda la cualificación de un creyente para el ejercicio de un puesto judicial. Si lo hacemos, tendríamos que recluir en el mismo apartheid a todos los otros magistrados de firmes convicciones ideológicas de signo contrario. Si un creyente fuese sospechoso de parcialidad, los restantes no creyentes o posicionados en posturas ideológicas opuestas serían sospechosos de quintacolumnistas. El desorden axiológico y jurídico sería descomunal.
Presunción de imparcialidad
El problema de un juez pertrechado de un bagage de convicciones, del signo que sean, es mantener jurídicamente operativas --en los casos que es llamado a juzgar- las que contribuyen al bien común y moderar las que no se ajustan al derecho aplicable. El dilema es que las interpretaciones posibles de un cuerpo legal son varias. Los juristas solemos decir que el Derecho sería muy aburrido si todos opináramos lo mismo. Lo cual no quiere decir, claro está, el posicionamiento en un limbo jurídico en que todo vale.
No hay que olvidar que los magistrados del Tribunal Constitucional nadan en aguas turbulentas y son requeridos por multitud de opiniones políticas, sociológicas, religiosas o ecológicas de tipos muy diversos. En medio de esa barahúnda no es raro que algunos traten de aislar al adversario con acusaciones que lo pongan en cuarentena; exiliarlo del campo de lo políticamente correcto, impidiéndole cualquier matización de las reglas del juego. Frente a estas muestras de intolerancia, la sociedad debe crear anticuerpos que garanticen el fair play. Especialmente en el marco jurídico de ese pequeño organismo con inmenso poder que es el Tribunal Constitucional.
Comentando esta cuestión, un agudo colega ha escrito: "El que solo se inquieta por la parcialidad de una parte es parcial por definición, por mucho que enarbole la bandera de la imparcialidad y jure que vive al lado del auditorio universal o de la comunidad ideal de hablantes". Coincido con él. El punto de partida del juego jurídico en que está embarcada la sociedad española necesariamente ha de ser la presunción de imparcialidad de los investidos de la función de juzgar. Salvo que los hechos demuestren lo contrario, en cuyo caso habría que replantearse el sistema de selección de los mismos. Pero esta es otra cuestión que desborda el caso concreto que comento

viernes, agosto 24, 2012

Libertad, libertad.




El proyecto de Tomás Gómez, de cierta progresía, pasa por IMPONER, su modelo totalitario de educación. Viva una vez más la libertad de elegir.

miércoles, agosto 22, 2012

No basta la buena voluntad.




Este fresco de un Ecce Homo fue pintado por Elías García Martínez a principios de siglo XX, decora una de las paredes de la iglesia del Santuario de la Misericordia en la localidad aragonesa de Borja. El pasado mes de julio, una vecina bien...
intencionada decidió restaurarlo por su cuenta y riesgo. Éste fue el resultado. La noticia acaba de salir en los medios.

Es el problema de los bienintencionados, de la buena fe a secas. Por eso Sta.Teresa era muy amiga de la gente con seso. A veces sólo la buena voluntad es el enemigo a batir...



martes, agosto 21, 2012

Evidencia.

Durante la intervención, el cirujano extrajo el útero mediante una cesárea y practicó una pequeña incisión a la bolsa, a través de la cual le fue posible operar...

sábado, agosto 18, 2012

Nos vamos a vivir juntos????


De aceprensa.


Desde hace tres meses salgo con mi novia y afortunadamente todo está yendo muy bien. Estaba contándolo a un amigo el otro día y al final de la conversación me preguntó, con una expresión de viva curiosidad: “¿Vais a iros a vivir juntos?”. De entrada me sorprendió la pregunta, pues suponía que para la mayoría de la gente que me conoce era obvio lo que yo pienso en ese tema. Sin embargo, supongo que ya no es “obvio” por qué unos jóvenes que están saliendo juntos deciden no hacer las maletas y buscar un sitio donde vivir. Así que explicaré por qué he decidido no compartir la cama con mi novia.
La cohabitación antes del matrimonio es hoy la senda más común de las parejas jóvenes: así hacen cerca del 75%, y para la mayoría de ellas, más que una decisión meditada es algo hacia lo que se deslizan sin pensarlo. Cuando él o ella empiezan a pasar más noches en casa del otro que en la suya, al final parece natural dejar de pagar dos alquileres.
Pero aunque la cohabitación se presenta como un buen modo de conocer a la otra persona y asegurar así un matrimonio más sólido, no hay pruebas que demuestren esto. Las estadísticas revelan que la cohabitación dura 2,5 años antes de romperse o de convertirse en matrimonio, pero la tasa de conversión en matrimonio está en declive. Entre las parejas que comienzan a vivir juntas, el 50% se casan y el 50% se rompen antes de cinco años. Para aquellas que llegan a casarse, la tasa de divorcio es el doble que la de las parejas que no han cohabitado antes de casarse.
Distintas promesas
¿Por qué entonces la cohabitación es la norma aceptada, y al mismo tiempo resulta completamente inútil para ayudar a las parejas a discernir su futuro? La respuesta a las dos preguntas es la misma: sexo. El hecho de que se vayan a vivir juntos es el fruto de que ya han empezado a tener relaciones sexuales. No nos confundamos: la cohabitación tiene que ver con el sexo. Los jóvenes que cohabitan se hacen el uno al otro la declaración subliminal de que “no necesito casarme contigo para tener relaciones sexuales”.
Cuando una relación llega al sexo antes de tiempo, cuestiones importantes como el carácter, la concepción de la vida y la compatibilidad quedan orilladas

Esta es una declaración decisiva para el buen estado de la relación, porque el sexo pasa de ser algo digno de un compromiso ante Dios a algo no más importante que decidir lo que comeremos hoy. La promesa que se hace una pareja que cohabita es: “Prometo tener relaciones sexuales contigo hasta que encuentre a otra persona con la que prefiera tenerlas”. Hace poco vi la película The Vow, una comedia romántica basada en una historia real. La pareja protagonista se conoce, empiezan a salir y finalmente el chico le pide a la chica que se vaya a vivir con él. La escena está concebida como el momento especialmente romántico en el que el hombre da finalmente un paso adelante y hace lo que hay que hacer. Pero lo que realmente ha dicho es: “Quiero acostarme contigo de modo más regular, pero con la libertad de dejarlo si el asunto no funciona”. ¡Pues sí que es romántico esto!
Lo importante, marginado
¿Y qué pasa con las parejas que viven juntas y finalmente se casan? Pongo en duda la libertad con la que realmente entran en el matrimonio y su deseo real de estar juntos hasta que la muerte los separe. Por su misma naturaleza, el sexo está diseñado para establecer un vínculo entre una pareja, pero cuando una relación llega al sexo antes de tiempo, cuestiones importantes como el carácter, la concepción de la vida y la compatibilidad quedan orilladas. En consecuencia, todo se ve de color de rosa y resulta difícil acordarse de las cosas importantes y más aún hablar de ellas. Cuando una pareja de novios empieza a tener relaciones sexuales, descuida verificar su compromiso intelectual, y en su lugar inicia uno emocional y sexual.
El amor en ciernes es muy frágil, y la lujuria puede fácilmente apastarlo. El hecho de que una pareja que cohabita pueda finalmente acabar ante el altar (o más probablemente en el jardín) no es una prueba de que compartan un verdadero amor. Muchas parejas que hoy se casan no escogen el matrimonio con tanta libertad como podrían, sino que a menudo simplemente acaban en él. Es solo el siguiente paso tras una serie de decisiones equivocadas. La cohabitación se basa en el principio de que uno puede abandonarla en cualquier momento y esta actitud no desaparece fácilmente solo por firmar un certificado de matrimonio.
El camino fácil
Las parejas que cohabitan desean ciertamente amar e indudablemente hacen lo mejor que pueden para amarse el uno al otro. Pero el problema es que lo mejor que pueden no es suficiente, porque se basan en una información falseada. Aprenden cómo tener relaciones sexuales con la otra persona pero no cómo es la persona; desean ser amados pero no logran comprender cómo amar.
Si no me interesara discernir cómo será el posible futuro con mi novia, entonces, desde luego, nos arrejuntaríamos ahora mismo. Pero mi corazón, como el de cualquier otro ser humano, desea encontrar un amor que dure toda la vida. Y la probabilidad de encontrarlo disminuiría mucho si tomáramos ahora el camino fácil y siguiéramos simplemente la tendencia social. El amor es algo demasiado valioso para ser rebajado y destrozado a través de ese mal social de la cohabitación.

Informática.





viernes, agosto 17, 2012

La dormición de María.

Madre de Dios, madre nuestra, madre de Iglesia, madre de la divina gracia; más que tú sólo Dios.




(De la homilía del papa Bendicto en la Asunción de 2005. Mi alma engrandece al Señor) 
Lo mismo sucede en la época moderna. Antes se pensaba y se creía que, apartando a Dios y siendo nosotros autónomos, siguiendo nuestras ideas, nuestra voluntad, llegaríamos a ser realmente libres, para poder hacer lo que nos apetezca sin tener que obedecer a nadie. Pero cuando Dios desaparece, el hombre no llega a ser más grande; al contrario, pierde la dignidad divina, pierde el esplendor de Dios en su rostro. Al final se convierte sólo en el producto de una evolución ciega, del que se puede usar y abusar. Eso es precisamente lo que ha confirmado la experiencia de nuestra época.
El hombre es grande, sólo si Dios es grande. Con María debemos comenzar a comprender que es así. No debemos alejarnos de Dios, sino hacer que Dios esté presente, hacer que Dios sea grande en nuestra vida; así también nosotros seremos divinos: tendremos todo el esplendor de la dignidad divina.
Apliquemos esto a nuestra vida. Es importante que Dios sea grande entre nosotros, en la vida pública y en la vida privada. En la vida pública, es importante que Dios esté presente, por ejemplo, mediante la cruz en los edificios públicos; que Dios esté presente en nuestra vida común, porque sólo si Dios está presente tenemos una orientación, un camino común; de lo contrario, los contrastes se hacen inconciliables, pues ya no se reconoce la dignidad común. Engrandezcamos a Dios en la vida pública y en la vida privada. Eso significa hacer espacio a Dios cada día en nuestra vida, comenzando desde la mañana con la oración y luego dando tiempo a Dios, dando el domingo a Dios. No perdemos nuestro tiempo libre si se lo ofrecemos a Dios. Si Dios entra en nuestro tiempo, todo el tiempo se hace más grande, más amplio, más rico.



miércoles, agosto 15, 2012

Intelectuales en Francia se convierten.


Por primera vez en décadas el arzobispo de París llama con dramatismo a «rezar por Francia»
Sopla un viento nuevo de fe en la laicísima Francia. Las letras francesas siguen las huellas de Claudel, Péguy, o Mauriac, los grandes conversos de la tradición literaria, y cada vez son más las novelas, guiones y ensayos en los que la fe cristiana vuelve a ser protagonista.

Hace tiempo que escritores de la talla de Michel Tournier o Dider Decoin demostraron que la fe aumentaba su talento y, siguiendo su misma senda, está surgiendo una nueva generación de autores creyentes, nuevas figuras de la escena literaria y filosófica cuyas obras buscan la consonancia con el mensaje evangélico. El periodista Daniele Zappalá explica en el diario "Avvenire" que, en el caso de la escritora Sylvie Germain ha sido su búsqueda sobre la mística cristiana y la frecuente costumbre de acudir la Biblia lo que le ha llevado a la conversión. La aclamada autora de la novela "Magnus" ha visto cómo su obra está empezando a seducir no sólo en Francia sino más allá de sus fronteras.

En las páginas del diario francés "Le Figaro", otro talentoso y pluripremiado escritor de la nueva literatura francesa, François Tallandier, ha intentado esbozar y enumerar las razones de su silenciosa conversión al catolicismo, después de años de profundo escepticismo: "Quizás por el esplendor de Bourges, que le daba a Stendhal alas para ser cristiano. Quizás por la modesta dulzura de la iglesia románica de Ennezat. Quizás porque un día, escuchando pronunciar la palabra "católico" con el desprecio de quien cree que no necesita más razones, me he cansado y he dicho abiertamente: "Soy católico"", explica.

También Jean Claude Gillebaud está volviendo a la fe, después de unos años de éxito como periodista. Golpeado por la obra de filósofos como René Girard y la atmósfera de recogimiento del mundo monástico, ha publicado diversos ensayos sobre la importancia de creer. "Cómo he vuelto a ser cristiano" es el título del más significativo.

Católicos sin complejos
El recorrido creativo de Fabrice Hadjadj es también un punto de referencia en la cultura francesa. Escritor e intelectual de cultura judía y nombre árabe, se convirtió al catolicismo "tras una fase de nihilismo". Un ensayo suyo analiza con pasión e ironía su indiferencia hacia la muerte de las sociedades occidentales a la vez que lanza una llamada a la alegría fundada sobre las razones de la fe.

Pero quizá la figura más controvertida es la del escritor Maurice Dantec, que dice inscribirse en el ámbito "futurista". Este intelectual excéntrico, admirado por la crítica, se ha atrevido a gritar en público que "no hay futuro para la humanidad fuera de Cristo".
Junto a todos ellos, más allá de las fronteras francesas, se sitúa el dramaturgo belga Eric-Emmanuel Schmitt, o filósofos como Bernard Sichére y Jean Louis Chrétien, que han llegado al catolicismo tras un largo camino a través del escepticismo.

En definitiva, son cada vez más los escritores e intelectuales que han redescubierto la trascendencia, que han experimentado la conversión y "vuelven" a la fe tras un largo exilio en el desierto del nihilismo. Hoy, sin temor alguno, se declaran católicos sin ningún complejo.

sábado, agosto 11, 2012

Santa María en el estadio.

La muy correcta y laica Inglaterra había prohibido los libros religiosos y los signos religiosos en la Villa Olímpica. Esta mujer dio testimonio ante el mundo en el estadio, símbolo de la lucha  cristiana ( San Pablo) donde el premio será para todos los que corran bien la carrera de la vida. Mientras recorres la vida, nunca sólo estás, contigo por el camino Santa María va. Gracias Maserat.

jueves, agosto 09, 2012

Miedo.

La condición humana es miedosa. El futuro, la muerte, el más allá: desastres naturales, humanos, la experiencia de tantos pecados, de tantos intentos fallidos, el futuro de los hijos, la ruina económica. Pero hoy , gran fiesta de San Edith Stein, judía conversa y  carmelita, mujer inteligente y mártir. Leyó en una noche la vida de Santa Teresa y dijo: esto es la verdad. Hoy el Señor, en el evangelio nos vuelve a decir, no tengas miedo, si un gorrión cae al suelo, yo lo cuido; conozco el número de tus pelos, confía, sé fiel, no te dejes de mi mano. Gracias Jesús.

martes, agosto 07, 2012

7 de agosto.

Anotación del Fundador del Opus Dei en sus Apuntes íntimos, nn. 217 218 (7 VIII 1931)

7 de agosto de 1931: Hoy celebra esta diócesis la fiesta de la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo. Al encomendar mis intenciones en la Santa Mi...
sa, me di cuenta del cambio interior que ha hecho Dios en mí, durante estos años de residencia en la exCorte... Y eso, a pesar de mí mismo: sin mi cooperación, puedo decir. Creo que renové el propósito de dirigir mi vida entera al cumplimiento de la Voluntad divina: la Obra de Dios. (Propósito que, en este instante, renuevo también con toda mi alma.) Llegó la hora de la Consagración: en el momento de alzar la Sagrada Hostia, sin perder el debido recogimiento, sin distraerme acababa de hacer in mente la ofrenda del Amor Misericordioso , vino a mi pensamiento, con fuerza y claridad extraordinarias, aquello de la Escritura: "et si exaltatus fuero a terra, omnia traham ad me ipsum" (Jn 12, 32). [Y yo, cuando sea levantado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí] Ordinariamente, ante lo sobrenatural, tengo miedo. Después viene el ne timeas!, soy Yo. Y comprendí que se rán los hombres y mujeres de Dios, quienes levantarán la Cruz con las doctrinas de Cristo sobre el pináculo de toda actividad humana... Y vi triunfar al Señor, atrayendo a Sí todas las cosas.

Alquileres a la baja...

lunes, agosto 06, 2012

Juegos olímpicos.

No parece importarle, ni la prima, ni el euro, ni el calentamiento global. Gentileza de Teddy Ballester.


sábado, agosto 04, 2012

Del santo cura de Ars.

Ya está pasando.

 “Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor. ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. Y si esta alma llegase a morir [a causa del pecado], ¿quién la resucitará y le dará el descanso y la paz? También el sacerdote…¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!... Él mismo sólo lo entenderá en el cielo”. Estas afirmaciones, nacidas del corazón sacerdotal del santo párroco, pueden parecer exageradas. Sin embargo, revelan la altísima consideración en que tenía el sacramento del sacerdocio. Parecía sobrecogido por un inmenso sentido de la responsabilidad: “Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no de pavor, sino de amor… Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada. El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra… ¿De qué nos serviría una casa llena de oro si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el administrador de sus bienes… Dejad una parroquia veinte años sin sacerdote y adorarán a las bestias… El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para vosotros”.

Agosto, descanso.





Descansar no es no hacer nada. Tiempo de rezar, de recordar, de retomar aficiones, de vida en familia, de naturaleza. Juan Pablo II, santo yaaaaaaaa.

miércoles, agosto 01, 2012

Aborto, discapacidad y globalización jurídica.


Por Rafael Navarro-Valls

El proceso de globalización mundial (en la economía, la cultura, la política, etc.), ha tenido especial vigor en el campo del Derecho. Aquí ya no se habla de globalización jurídica en singular, sino de globalizaciones jurídicas, en plural. Es decir, hay que analizar cada una de sus vertientes para darse cuenta cabal de la fuerza del impacto.

El sector donde la globalización jurídica alcanza especial intensidad es en el tema de los derechos humanos. Aquí ya no hay (no debe haber) Estados–mónadas encerrados en sus peculiaridades sino una comunidad internacional que tiene como protagonista más a la persona humana que al propio Estado. Desde luego existen algunos de estos (cada vez menos) que se resisten a este proceso de globalización, pero es más bien una especie de coartada para no sentarse en el “banquillo de los acusados”. Después de la segunda guerra mundial el tema de los derechos humanos marca un punto de no retorno en el orden internacional. A través de las organizaciones internacionales, de los tratados y otras formas de interrelación y cooperación internacional, se ha formado lo que viene llamándose “un subsistema jurídico-institucional”, que unifica el derecho.

Esta es una de las razones de que el artículo 96 de la Constitución española (como también muchas otras) establezca que los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados formarán parte del ordenamiento interno. Lo que ya antes había consagrado el Código Civil en su reforma de 1973/74, al ordenar las fuentes del derecho (art.1.5) que, en su enunciación positiva, establece que las normas jurídicas contenidas en los tratados pasarán a formar parte del ordenamiento interno mediante su íntegra publicación en el boletín Oficial del Estado.

Perdóneseme esta elemental introducción. Pero tal vez no era innecesaria si se tiene en cuenta el alboroto producido en los medios políticos españoles al anunciar el Ministro de Justicia que la malformación fetal en la futura ley de aborto no será motivo para abortar. “Me parece éticamente inconcebible que hayamos estado conviviendo tanto tiempo con esta legislación”, añadió.

Para entender las palabras del Ministro conviene remontarnos en el tiempo a la anterior ley de aborto española, la de 1985, que vino precedida de una sentencia del tribunal Constitucional que declaró parcialmente inconstitucional la ley promulgada en 1983. En esa sentencia la tacha de inconstitucionalidad no se extendía al aborto eugenésico. La razón más probable es que al dictarse la sentencia de 1983 era evidente la insuficiencia de prestaciones estatales y sociales dirigidas a paliar las situaciones generadas en situaciones de discapacidad.

Sin embargo, cuando se promulgó la actual ley de aborto española (marzo 2010) la situación había cambiado radicalmente. Por un lado, el creciente desarrollo del Estado Social, singularmente sensible a la asistencia y atención de los discapacitados, hace que las previsiones de esta ley (“graves anomalías en el feto”) sean menos justificables en su proporcionalidad. Por otro, el 13 de diciembre de 2006, se aprobó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en la que, de modo contundente, su artículo 10 decía: “Los Estados Partes reafirman el derecho inherente a la vida de todos los seres humanos y adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar el goce efectivo de ese derecho por las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con las demás”.

Este Convenio fue incorporado a nuestro derecho interno --a través del proceso de globalización antes descrito--, el 3 de mayo de 2008. Probablemente esta es la razón que ha llevado al Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), a reiterar que el aborto eugenésico “parte de la premisa” de que la vida de las personas con discapacidad es “menos valiosa que la del resto, y por este motivo se le puede aplicar un trato desigual, lo que encierra una clara discriminación”. De ahí que haya recordado que la ONU, en septiembre de 2011 (Comité sobre los derechos de las personas con discapacidad, un organismo de la ONU encargado de velar por el cumplimiento del Convenio), recomendó a España que derogase cualquier supuesto discriminatorio por motivos de discapacidad en relación con la regulación del aborto, dado que resulta contradictorio y vulnera la antedicha Convención Internacional.

En realidad, bastaría una interpretación rigurosa de la Constitución española vigente para entender que, la grave desprotección del nasciturus afectado por anomalías graves, tal y como viene regulado en la vigente ley de aborto española, choca frontalmente con los artículos 10 (principio de dignidad humana) y 14 (principio de igualdad y no discriminación) del texto constitucional.

Pero la situación jurídica de esa desprotección se hace insostenible cuando se repara en que el propio artículo 4 de la Ley española 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, el art. 10 de la Convención internacional sobre discapacidad ya mencionada, y el proceso de globalización jurídica mundial de los derechos de las personas discapacitadas, imponen a los poderes públicos ser garantes de los derechos humanos y libertades fundamentales –-entre ellos el derecho a la vida--, de que son titulares los discapacitados. De ahí mi solidaridad con la perplejidad del Ministro español de Justicia ante la situación actual de la legislación españa.