sábado, julio 28, 2007

El culto divino.



















A las 5 pm Rosario ante el Santísimo con bendición y salve. Tres sacerdotes, dos ayudantes, una organista, todo el retablo, incienso, luces, un órgano de cuatro mil tubos, unos trescientos asistentes, en su mayoría chicas y chicos de 16 a 30 años. Todo eso para dar culto a Dios, escondido en la Hostia, sacramentalmente presente bajo la mirada de la Virgen de Torreciudad. Se siente mejor la presencia de Dios. Ayer una religiosa hermana de Antonio asistía al santuario para celebrar sus cincuenta años de monja. Decía, si volviese a nacer, haría lo mismo pero con más ganas, una vez se conoce a Jesucristo, lo demás sobra. Tiene sentido todo este despliegue? no es demasiado?. Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con todas tus fuerzas, ese es el primer mandamiento, inseparable del amarás a tu prójimo como a ti mismo. El culto exige materiales nobles cuando se puede, vidas dedicadas a Dios. Desde una mentalidad utilitarista y práctica todo esto parece no tener sentido. Por qué unas personas dedican su vida a ser contemplativos y rezar toda su vida? Seguramente esa oración, ese culto sostiene el mundo, el orden, las estrellas. También se puede ser contemplativo en medio del mundo, núcleo duro del mensaje del Opus Dei, siendo coherente, encontrando a Dios en el trabajo, en la familia, en los pucheros decía Santa Teresa. Pero también a Dios hay que dedicar honor, tiempo, trabajo. Y el mejor culto es ser templos del Espíritu Santo. No estoy flipando. A Ti mi Dios, la gloria y la alabanza. Y tú Madre mía, más que tú sólo Dios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gloria in excesis Deo.

Por primera vez me encuentro contigo, hermano en Cristo. Ánimo estás "dejando poso". Gracias.

"Dios no concede la devoción de su Madre más que a quienes quiere salvar" San Juan Damasceno.

"O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria"

Anónimo dijo...

Gloria in excelsis Deo, quise decir,quiere mi alma gritar.

Anónimo dijo...

Hey, pibe, qué blog más fantástico se trajo, tremendo, me pasé la tarde acá con vos y me lo leí al completo, ni siquiera me quité la chamba. Bravo, bravo, pibe.