Series perversas.

Estos días familiares he podido zappear. Física y química, sin tetas no hay paraiso, Aida, los Serrano. Es lo que zampan chicos y chicas, mayores y pequeños desde los 6 años hasta los ochenta. Orgías, hijas que hacen de putas, carreras de coches, 6000 euros para la silicona. No es un problema de porno explícito sino de vidas despreciables, todo de broma. Lo peor es que son mentirosas, el demonio es el padre de la mentira, la vida no es así. Quién imita a quien? La vida a la serie, o la serie a la vida? Se retroalimentan. El mejor anuncio que ví hace tiempo era el de una madre a la que llaman a su puerta, primero unos radicales con porras, luego unas tías putón, unos marines y al final un pederasta que preguntan por su hijo o por su hija. Por desgracia eso son esas series y mucho de lo hay en internet. Viva Harry Potter o el libro de aventuras con buenos y malos. Ya he tirado una televisión, voy a por otra. Eso sí, ojo con el lenguaje sexista, ya existen unas nuevas oposiciones a agente de igualdad y contra el latín que era una lengua muy machista.