La hora de la verdad.

Inexorable, uno de setiembre. El lunes comienza la oposición de la que junto con seis colegas formo parte del tribunal. Todavía no sé que haré. Alguno dirá, pues es lógico, hace falta que se desarrolle. En la Universidad de mi especialidad somos unos 100, nos conocemos todos, más o menos. Salen dos plazas para concurso de habilitación . Quién se presentará?, cómo estan las fuerzas? Yo ya llego agotado. Luego, la verdad sea dicha no pasa nada. Alguien me decía que pasará dentro de cinco años,uff, aspiro a llegar al lunes. Es curioso pero llegas a estas cosas siendo amigo de todos y virginal, en tres o cuatro de éstas ya tienes más enemigos que amigos, aunque todo puede ser al revés. La universidad necesita una reforma seria, aunque a nadie le importa mucho. Hace unos 25 años había doce en España, ahora casi sesenta y además autonómicas. El nivel de muchas no llega ni al de un viejo instituto de los años sesenta. Un profesor que ha ejercido como diputado varios lustros me decía que la política universitaria es más puñetera y rancia que la política general. A veces, no sabes ni a quien puedes saludar.