Moisés hablaba cara a cara con Dios.

La biblia narra el siguiente episodio: Moisés ha liberado al pueblo judío y les deja unos días para hablar con Dios. Los judíos se quejan de comer maná, como corn flakes, y se hacen un becerro de oro para hacerle fiesta y bacanal. Dios se enfada y le dice a Moisés que ese pueblo no merece vivir por infiel. Moisés echa el resto:Dios por favor no les aniquiles aunque lo merezcan. Los egipcios dirán salvó a su pueblo para luego aniquilarlo, nada habrá merecido la pena, Tú nos has prometido una descendencia inmensa y si nos aniquilas qué? Dios se calma ante las palabras de Moisés, una criatura puede convencer a su Creador. Un sólo justo puede salvar el mundo. Hacen falta mujeres y hombres que sean un muro de contención ante Dios. Señor nos has salvado, vas a hacer inútil tu sacrificio en la cruz, nos has dicho que la vida es un don pero por qué tanto sufrimiento; no te das cuenta de que te buscan por todas partes y no te ven. Sí es verdad que tenemos nuestro becerro de oro, pero no nos aniquiles, salvanos. Yo hace treinta y cuatro años me decidí a seguir a Dios en medio del mundo. Nada me daría más alegría que alguien que pase por aquí dedidiese ser como Moisés, religiosa, religioso, sacerdote o numerario del Opus Dei, o lo que sea. Dios necesita mujeres y hombres suyos, si tienes esa luz dentro no la apagues. Rezo siempre por cada lector de este blog y pido como pidió Jesús, "Fuego vine a traer a la tierra", te animas a propagar ese incendio de amor y felicidad con Dios? Animo, ea, que Jesús te llama, sí sí a ti, no a tu primo o prima o al de lado.