lunes, septiembre 02, 2013

Carta de un niño-adolescente a padres, parientes y mayores








No me gusta demasiado este género de cartitas, consejitos, autoayudas y memeces mil que proliferan, ahora más con las redes. Pero a veces es útil saber estas cosas para actuar mejor, como referencia, y siempre dentro del estilo personal de cada uno y de cada familia.




 No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces. Y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo.
Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos.
Que seamos familia, no significa que no podamos ser amigos.
Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice.
A veces, ni yo mismo lo sé. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti (aunque sea para sacarte de un apuro).
Haces que pierda la fe en lo que dices y me siento mal.
Cuando te equivoques en algo, admítelo.
Mejorará mi opinión de ti y me enseñarás a admitir también mis errores.
No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos.
Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir (y si me haces parecer peor, seré yo quién sufra).
Déjame valerme por mí mismo.
Si tú lo haces todo por mí, yo no podré aprender.
No me des siempre órdenes.
Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa posición.
Cumple las promesas, buenas o malas.
Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.
Trata de comprenderme y ayudarme.
Cuando te cuente un problema no me digas: “eso no tiene importancia…” porque para mí sí la tiene.
No me digas que haga algo que tú no haces.
Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.
No me des todo lo que te pido.
A veces, sólo pido para ver cuánto puedo recibir.
Quiéreme y dímelo
A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad:no tengo madera de santo.tengo hija adolescente y lo que me pide el cuerpo es hacerle budu o algo similar.me agota,saca de mi lo peor que tengo,me desquicia.pero es mi Lucy que siempre pienso que es una buena chica y que se le pasará la edad del pavo.Por sí acaso en el Rosario tengo mención especial por ella,porque la Virgen llega donde nosotros no.

Sinretorno dijo...

anónimo, estamos en ello, ánimo, no gritemos, mejoremos nuestro argumento.LucY es fuera de serie....