Las quejas que muchas personas vierten en el sacerdote pueden resumirse -aunque jamás se formulen así- en que «la religión no funciona». «A ver, Padre: rezo, voy a misa, procuro ser paciente… Y no paro de sufrir. Esto no funciona». «Llevo rezadas tres novenas pidiendo un favor… Y Dios no me lo concede. Esto no funciona». «Hago propósitos, me esfuerzo, lo intento una y otra vez… Y sigo cayendo en lo mismo. Esto no funciona». Obviamente, quienes no funcionamos somos nosotros.
Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. Realmente, acudimos a la religión a salvar la vida, no a perderla. Buscamos un remedio contra el sufrimiento, una ayuda sobrenatural para que se cumplan nuestros deseos, un auxilio para obtener la perfección moral… Y así, creyendo que la religión es un medio para mejorar la calidad de vida en esta tierra, concluimos que «no funciona».
Pero en ningún sitio está escrito que la religión sirva para vivir mejor aquí. Que se lo pregunten a los mártires. La religión consiste en amar, y amar no consiste en ganar, sino en entregarlo todo. Y es que, en lances de Amor, quien pierde gana.
3 comentarios:
Magistral Don Daniel.
Don Daniel es nuestro amigo ¿eh?.
Da gusto y orgullo tener amigos tan sabios y buenos.
Gracias!
Jyy+
Igualmente, D. Jaime y compañía, y no soy ni tan sabio , ni bueno, que usted lo sepa
los tiempos de Dios son distintos a los nuestros , nuestros sueños y deseos ardientes incluso nobles no son los de Dios, yo queria ser notario, influir en mi pais ,ser importante.Sin Embargo estudie empresariales y tuve que afrontar la ruina familiar y aqui sigo viviendo al limite, pero saborenado la cruz. Que hubiera sido de mi con gloria,rosas y vino en esta vida. Probablemente tendria ya comprado el billete al infierno, eso si quizas iria en clase Business
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