Son muchos -sobre todo los domingos- quienes pasan la misa mirando el reloj. Y muchísimos quienes, durante la celebración eucarística, tienen la mente distraída en otras cosas. Culpar de ello a los sacerdotes es muy fácil. Pero cargarle al presbítero la responsabilidad de hacer algo «ameno» de la Eucaristía es como afirmar que, en sí misma, la Misa es soporífera, salvo que algún sacerdote simpático la arregle un poco. Falta de fe.
Tú, sin embargo, encuentras el altar y ves a Cristo. Diriges tus ojos al sagrario, y ves a Cristo. Miras al sacerdote -¡a cualquiera!- y ves a Cristo. Contemplas la Hostia entre sus manos, y ves a Cristo. Tienes tus delicias en la Eucaristía, sea quien sea el sacerdote que presida la celebración. Y, finalizada la misa, en lugar de salir corriendo, permaneces en el templo, paladeando la comunión y dando gracias por tantos beneficios. Lo único que le pides al sacerdote es que no estorbe; que sea transparente y desaparezca bajo la obediencia, para que Cristo brille. Pero, aunque estorbe, la torpeza del sacerdote te mueve a rezar también por él.
¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Quien tiene fe, nunca se aburre.
2 comentarios:
Perdona Sinre que hoy tenga el dia " cascarrabias" pero lo que no soporto en misa son los moviles, para mi es patetico y terrible a parte de una falta de educacion brutal.
Perdona mil malas pulgas de hoy pero es lo que pienso
Jaimón y yo somos nazarenos.
Jyyن
http://www.abc.es/internacional/20140726/abci-simbolo-irak-201407251256.html
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