Chapoteas en las tentaciones, te pones en peligro, juegas con la vista y con la imaginación, charlas de... estupideces. –Y luego te asustas de que te asalten dudas, escrúpulos, confusiones, tristeza y desaliento. –Has de concederme que eres poco consecuente. (Surco, 132) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario